Soy una chica de 22 de Granada. Soy peluquera y llevo ejerciendo esta profesión alrededor de dos años. Por consiguiente, quería exponer mi experiencia como víctima de acoso laboral. Como comento, he trabajado en varias peluquerías, pero en una de ellas, sufrí acoso laboral o así lo considero yo.
En dicho lugar de trabajo me sentí menospreciada por mi jefa o superiora, esta hacía comentarios descalificativos hacia mi persona, me decía literalmente: "No sirves para nada", "Tienes que estar más callada cuando trates a un cliente, habla con ellos lo menos posible," Vamos date prisa, que a este paso te pilla una tortuga". Además de otros comentarios más fuertes y despreciables que prefiero no exponer. Pero la cosa no queda aquí, después de recibir este tipo de comentarios, mi jefa me comunica que me va a despedir, a pesar de tener un contrato de 6 meses y apenas llevaba 2 en la empresa. Porque dice que no tengo buena relación y comunicación con los clientes, cuando ella misma me dijo que no hablará tanto con ellos, que soy demasiado lenta y le hago perder dinero y otras excusas más. Todo esto me afectó anímicamente, porque me considero una persona simpática y intento tratar lo mejor posible al cliente y me estaba haciendo pensar que todo lo hacía mal y que no servía para lo que realmente me apasiona. Bueno, tras despedirme con la antelación de un día, me ha dejado una deuda de 500€, que dice que no está dispuesta a pagarme, he decidido no intervenir ya que en abogados y trámites me voy a gastar mucho más y no me merece la pena. Pero espero que aportando mi experiencia aquí, se haga más visible el acoso laboral que sufren muchas personas día a día y espero que sea una forma de hacer visible este problema para prevenir posibles casos.
Soy un Chico de 24 años de Granada, aunque mi experiencia de acoso laboral sucedió en Mallorca mientras trabajaba en un Hotel de cocinero. Para empezar decir que fue la peor experiencia laboral que he tenido hasta el momento. Sentí que recibí un mal trato, me sentí menospreciado y infravalorado. En dicho trabajo mi superior me hablaba mal, siempre pegando voces, cuándo se hacía algo que él consideraba mal realizado se enfurecía y lo pagaba conmigo y mis compañeros. También creo que nos hacía maltrato psicólogico, cuando necesitaba algo nos trataba bien, nos enseñaba cosas, para conseguir ese algo. Además de esto en la cocina estábamos solo 4 personas para un Hotel entero, por lo que echabamos unas 10-14 horas al día, lo que es un abuso hacia mi persona y la de mis compañerxs.
Él nos decía que él no podía hacer nada que era una cuestión que debía de solucionar la dueña del Hotel, pero harto de la situación decidí mantener una conversación con la responsable. Y para mi sorpresa me comentó que ella no estaba informada de esta situación, que ella había mantenido una conversación y que el jefe de cocina le habia dicho que todo estaba bien y que no era necesario más personal, ¿Por qué sería? Ahí dejo que vosotros os lo imagineis, solo os digo una palabra: Dinero.
Después de esto, obviamente la dueña puso medidas, pero me sentí fatal anímicamente, ya que había utilizado mi esfuerzo para su beneficio, además había sobrepasado los límites de horas para sacar su trabajo, y encima había tenido que soportar insultos, vejaciones y maltrato por su parte.
Por último decir que yo en mi caso fui capaz de denunciar verbalmente al más alto cargo mi situación, por lo que animó a la gente a denunciar este tipo de situaciones y espero que mi caso sirva de ayuda a personas que por desgracia están pasando esta situación.
Buenas, yo voy a contar mi experiencia con mi primer trabajo. Fue a mis 20 años en una tienda como dependienta y me contrataron con un contrato de formación, formación que nunca realicé. Ya de primeras me di cuenta que el sueldo que me estaban pagando no era el que me prometieron, me pagaban a 2,5 euros la hora. Además, al principio me dijeron que solo iba a trabajar 20 horas semanales y acabé trabajando más horas ya que, aunque cerraban a las 9 de la noche, muchas noches me tenía que quedar hasta las 11 y media. También me cambiaban el día de trabajo cuando querían, incluso avisándome por la mañana para que fuese por la tarde a trabajar. Por otro lado, mi jefe instaló cámaras para ver y escuchar todo lo que hacía y decía, me decía que era una mentirosa, que robaba, que si la tienda no iba bien era por mi culpa porque yo no quería vender, etc. Después, él en la trastienda se ponía con sus amigos a beber y fumar y a la mañana siguiente me mandaba a limpiarlo todo. También me hacía mentir a los clientes diciendo que las cremas eran hipoalergénicas cuando no lo eran, me hacía recortar las etiquetas de los bolsos para que no viesen que no estaban hechos en España, etc. Por último, cuando me fui de allí, me pagó el finiquito a los 3 meses y después de todo esto quise denunciarle, pero cuando me enteré de los gastos del juicio eché para atrás la denuncia porque no podía pagarlos.
Esta historia que voy a contar todavía me afecta ya que hizo que mi vida se derrumbara después de tantos años de esfuerzo y sacrificio por mi trabajo. Yo trabajaba en la Sanidad Veterinaria Pública desde siempre, llevaba unos 40 años trabajando, y nunca había tenido ningún problema con mi trabajo. Al contrario, yo empecé como veterinario de a pie en Marruecos y acabé como Inspector de Sanidad. Todo iba genial hasta que la legislatura cambió y entró un nuevo gobierno completamente contrario al anterior que se enteró casualmente que yo era partidario del gobierno anterior y no de los que acababan de entrar. Esta cuestión para mi no tenía mayor importancia pero, al parecer, para ellos sí. Lo primero que hicieron fue destituirme de mi puesto y meter a otra persona de su partido político en mi puesto, persona que además no estaba capacitada para ese puesto. Pero lo peor fue que decidieron no proporcionarme trabajo y humillarme, me tiraba las 8 horas de brazos cruzados. Todo esto para cansarme y que yo rescindiera mi contrato por mi propia cuenta. Sin embargo, aunque me quedaba pocos años para jubilarme decidí luchar aunque poco a poco los ánimos iban mermando. Finalmente, mi mujer se puso mala de cáncer y mis fuerzas cayeron completamente en picado y tuve que decidir irme del trabajo que tantas alegrías me había dado durante muchos años y que tan mal sabor de boca me dejó para siempre.